María Álvarez

Bienvenida y Bienvenido

​

Quiero compartir contigo algunas partes del camino que me han traído hasta aquí; a tomar la decisión de dedicarme al acompañamiento de procesos de transformación y autoconocimiento.

La motivación de querer acompañar a personas hacia las profundidades del alma, nace del sentimiento de gratitud que me ocupa cuando veo cómo se despliegan las alas en el proceso, después de un recorrido valiente a través de la propia sombra. Creo que estar presente desde la escucha y la atención sostenida, dándole al cuerpo el protagonismo que nunca debió perder, es clave para liberar viejos patrones, mudar esa piel donde ya no nos sentimos a gusto, para que la vida en nosotros siga su curso, evolucionando, atravesando los diferentes estados, haciendo del proceso terapéutico un espacio donde poder vivir la experiencia de manera segura y eficaz.

 

Empecé al igual que mucha gente, algo perdida, tomando decisiones desde condicionamientos familiares, con la creencia interna de buscar "seguridad" para mi futuro, eligiendo una profesión que me mantuviera cómoda y sintiendo la presión del miedo a equivocarme malgastando mi tiempo. Estudié Programación Informática y aunque veía que era una profesión con futuro y me convencí de que era algo creativo, no tardé en darme cuenta de que no era para mí, tenía otras inquietudes que latían más fuertes.

El primer salto al vacío me abrió las puertas hacia la búsqueda de mí misma, las preguntas existenciales habían llegado para quedarse.

 

Pude darme cuenta de las infinitas posibilidades a las que tenemos acceso, reconociendo la multidimensionalidad del ser humano y despertando la curiosidad por el estudio de la conciencia. Tengo alma viajera y experimentar la vida como una aventura me impulsó a incursionar en la comprensión de nuestra naturaleza. Aproveché esta energía de movimiento para salir al mundo e ir al encuentro de otras personas. De todas ellas aprendí, porque empecé a observar la red vincular que nos une y entendí que nada de lo que me llega como experiencia es ajeno a mi energía. Tomé la responsabilidad de mi vida haciéndome cargo de mis experiencias.

 

En esta iniciación fui guiándome por corazonadas, intuiciones y sensaciones, esto me llevó a conocer y vivenciar el chamanismo en primera persona, en uno de los viajes de autoconocimiento más intensos que elegí tener. Mi primer retiro a la selva amazónica peruana, me hizo ver lo desconectada que estaba de la naturaleza (tanto interna como externa) y aceptar esta premisa fue el comienzo para acercarme a mi propia esencia. El entorno salvaje, las purgas y dietas con plantas maestras, la sabiduría de los nativos, el sostén de los profesionales y el compartir con otros viajeros que estaban en la misma búsqueda, propiciaron la integración de la experiencia, que estuvo resonando en mí por largo tiempo, asentando bases para poder seguir adelante. En el segundo retiro, organizado a conciencia, sentí el enraizamiento que necesitaba y apareció por primera vez un propósito, aprender a "escuchar el cuerpo".

 

Me formé como Terapeuta Transpersonal en la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal, donde el foco está en la meditación como camino espiritual. En los dos años de formación estuve acompañada por personas que supieron sostenerme desde la presencia y atención, en procesos difíciles y vivencias dolorosas. La meditación y la respiración holotrópica como herramienta de la psicoterapia experiencial y de la autoexploración profunda, me trajeron el mismo mensaje: la importancia de involucrar al cuerpo en los procesos terapéuticos de sanación y transformación para la expansión de la conciencia.

 

Decidí entonces formarme como Terapeuta Corporal Bioenergética en Bioescuela, la escuela de Norma Litvin en Buenos Aires, quien aprendió la técnica directamente de su creador Alexander Lowen. Durante los tres años intensivos de formación vivencial, descubrí que mente y cuerpo en realidad son lo mismo, son un reflejo el uno del otro, así que trabajando con el cuerpo tenemos la posibilidad de llegar a lugares inconscientes difíciles de alcanzar con la mente racional, conseguir emerger a la consciencia esos mecanismos de defensa, construidos en el cuerpo en forma de tensiones y ablandar corazas haciendo contacto con las emociones, nos permite elaborar aquellas experiencias que marcaron una forma de ser y estar en el mundo, para dar lugar a la alquimia del nuevo yo, desde donde se desplegará la vitalidad de una forma más consciente y creativa.

 

También soy una apasionada de la astrología, arte que llevo estudiando años y que no deja de sorprenderme. Me formé profesionalmente como astróloga en Cosmograma, adquiriendo nuevas herramientas para ayudarte a percibir estos patrones energéticos, campos vibratorios y tramas arquetípicas y descubrir una manera de sentir que te permita ver qué hay detrás de las relaciones, situaciones y experiencias que atraes y vives. Desde la astrología podemos ir descifrando qué camino te propone la vida para entrar en sintonía con el código energético que te hace única/o y poder desarrollar todo tu potencial.

​

Encontrando el nexo de unión de todas estas disciplinas, he creado un método personal para acompañarte en los procesos de cambio.

​

¡Gracias por tu atención!